Azhiara N. Grahamm

Azhiara N. Grahamm

► Nombre completo: Azhiara Nella Grahamm
► Sobrenombres: Azh/Azhi/Zara/Zhia/Ari
► Edad: 19 años
► Raza: Licántropa
► Nacionalidad: Americana
► Orientación sexual: Bisexual
► Poder: Memoria a largo plazo, recorda de forma visual todo aquello que ha visto alguna vez en su vida... sin excepción.
► Ocupación: Bailarina en el Balneario Kaatosade

Descripción psicológica

Cuando nacemos, se produce el inicio de una cuenta atrás que, normalmente, termina con nuestra inocencia y nuestro cuerpo. De bebés apenas conocemos maldad alguna, recibimos atenciones, mimos... besos y abrazos de gente que dice querernos y que procura protegernos a toda cosa. Nosotros disfrutamos de ello, de los juguetes y los chupetes que decoran nuestras cunas y avanzamos en el tiempo dejando atrás los pañales y empezando a usar braguitas, calzoncillos... "ropa interior de mayores", como aseguraría cualquier crío de no más de cinco años. Las niñas sueñan con ser princesas encerradas en su torre de marfil y aguardando por la llegada de un príncipe azul que las rescate... los chicos, mucho más complejos en ciertos sentidos, añoran se conductores de coches o convertirse en los grandes héroes que pueblan sus videojuegos. La infancia de Azhiara no fue precisamente sencilla y bonita, y quizás por eso haya hecho mella en su forma de ser a día de hoy. Mientras que cualquier muchacha de su edad, ya sea humana o no, disfrutaría de su juventud y de ese torrente de hormonas que circula por su cuerpo, ella se considera una persona mucho más recogida e introvertida, que sólo abandona su mutismo cuando le toca trabajar y por motivos más que obvios. Lejos de lo que cualquiera pueda pensar, Azhiara no está resentida con el mundo por sus malas experiencias, y tampoco detesta a la sociedad... está dolida sí, pero no deja de ser una persona justa que sabe con exactitud quiénes han sido los causantes de sus penurias. Inocente todavía a pesar de la corrupción que la ha rodeado, desconoce muchos aspectos de la vida y desea ir descubriéndolos poco a poco, a su ritmo pausado y precavido. Desconfía de los desconocidos como una lobita salvaje, sabiendo que seguramente tras esos rostros de sonrisas afables se esconden auténticos monstruos, que no dudarían en traicionarla o hacerle algún mal si con ello salvasen sus pellejos. Apenas habla unas cuantas palabras, pero cuando lo hace con verdaderas. Detesta por encima de todo las mentiras y los embustes, sabe que no llevan a ninguna parte y que sólo contribuyen a hacer daño a las personas, tanto al que miente como al que recibe dicha falacia.

Adorable, tímida... se sonroja con facilidad dado que no está acostumbrada a recibir cumplido alguno por parte de los demás. Haciendo gala de una patente baja autoestima, se considera una chica normal, incluso diría que fea, que no merece las atenciones del resto del mundo y que tiene que aprender a valerse por sí misma poco a poco. Aunque ella no se de cuenta... es más fuerte de lo que parece, ha logrado sobrevivir a situaciones que habrían hecho temblar incluso al más valiente. En el amor... no tiene experiencia alguna. Si ya de por sí no tiene muchas amistades debido a la dificultad que le plantea el relacionarse con los demás, llegar a una relación sentimental para ella es todo un reto... o más bien una misión imposible. No está totalmente segura de poder llegar a confiar en otra persona que no sea su hermano algún día y mucho menos entregarle su corazón de forma desinteresada. Eso sí, las escasas personas que permanecen a su lado día a día y que ella tolera reciben por su parte una lealtad sin precedentes. A la hora de defender a los suyos, saca fuerzas de flaqueza y se obliga a sí misma a mirar hacia adelante y no hacia atrás... No hacia un pasado que desde luego la sigue quemando por dentro como una brasa encendida.

En definitiva, es una joven mujercita con el carácter de una niña temerosa, que sólo busca una caricia amiga y un reconocimiento que parece escapársele entre los dedos como el agua fluida.

► Gustos:
Los peluches
El color azul, el rosa, el blanco y el amarillo
Las noches de cielo despejado y luna llena, obviamente
Los aromas afrutados
La naturaleza, los campos, montañas, playas...
Dibujar y escribir, es una muchacha muy imaginativa que expresa sus sentimientos en papel
Los animales, especialmente los cánidos con los que tiene mucha afinidad
Los colgantes bonitos y las cosas brillantes
Acurrucarse entre un montón de mantas y ver películas con un gran tanque de palomitas entre las manos
► Disgustos:
La hipocresía, la falsedad o la mentira
Los malos olores, hieren su sensibilizado olfato
El dolor... no lo lleva con calma
Las amenazas, y más si son contra ella o los suyos
La contaminación y la basura
El humo de los coches o del tabaco
Los hospitales y cualquier centro médico
► Manías:
Se muerde de forma asidua el labio inferior, sobre todo cuando está nerviosa
Juguetea con su cabello cuando no sabe qué hacer, qué decir o simplemente está pensando
► Fobias y Debilidades:
Tiene pánico a los espacios cerrados y su gran debilidad... es cualquier alusión a su familia

Antecedentes Históricos

La palabra familia para muchos engloba un hermoso sentimiento de unidad, de cariño… de querer emprender un futuro junto a las personas que, además de la sangre de uno, compartirán también techo, vivencias y mucho respeto entre sí. En el cristianismo, decir familia es como soltar un mandato, una orden, una norma… el amor debe estar presente en cada uno de los actos de la misma, y en este punto coincide incluso la opinión popular y lo que está bien visto a nivel social. Pero siempre está la excepción a toda regla, y esta no va a ser diferente… Azhiara nació en el seno de una familia poco convencional de licántropos bastante chapados a la antigua, amantes de las viejas leyes que regían a su especie por arcaicas o machistas que pudiesen resultar. Kenneth, el cabeza de familia, era un hombre lobo bastante experimentado que ya había librado alguna que otra batalla campal contra los vampiros. Curtido por el combate y criado de forma muy estricta por sus familiares, no dudó en seguir el ejemplo de los mismos cuando tomó por esposa a la bella Alessia, una licántropa de buena familia que aceptó casarse con Kenneth de mala gana por el bien económico y social de sus padres, que a pesar de tener muy buena posición dentro de la jerarquía de los lobos, en los últimos años habían ido decayendo poco a poco. El matrimonio no fue afectuoso en ningún momento, ni siquiera al principio de la relación. El cabeza de familia veía a su compañera como una mera amante, una perra en celo que calentaba su cama y le ofrecía la posibilidad de engendrar una familia con la que poder hacer perdurar su apellido. Tras unos cuantos años de tensión entre ambos, ella terminó preñada y nueve meses después dio a luz a un bello niño de ojos claros y cabello azabache al que puso por nombre Cedric. El niño fue, desde su más tierna infancia, el orgullo de su progenitor, que se mostraba más que encantado de mostrarle a su hijo las cosas que, a su modo de ver, más importaban en el mundo. Le ofreció una buena educación, le instruyó en el arte de la lucha de todas las formas que él conocía haciendo que con apenas cinco años Cedric ya fuese todo un hombrecito en miniatura.

Fue entonces cuando llegó al mundo la nueva hija de los Grahamm, Azhiara. Una chiquilla mucho más débil y menuda que su hermano mayor, y que desde luego al ser mujer no representaba nada para Kenneth. Sumido en su universo machista y déspota, le negó a la niña todo aquello que le correspondía por derecho: el asistir a una buena escuela, poder jugar con otros chiquillos de su edad o comportarse como la infante que era. La odiaba por el mero hecho ser una hembra y haber roto sus varoniles planes: el tener dos o tres hijos machos que pudiesen honrar su nombre y su estirpe. Una mujer, a sus ojos, era un objeto inútil que sólo podía servir de moneda de cambio. Este odio poco a poco fue incrementándose con el paso del tiempo. Cuando Kenneth llegaba enfurecido a casa, pagaba sus frustraciones y pesares con esa pequeña criatura de grandes ojos azules, que recibía con impotencia palizas y malas contestaciones que no tenían razón de ser. El menudo cuerpo de Azhiara terminó presentando golpes, hematomas y cortes de todo tipo a causa de estos abusos que ni su madre ni su hermano podían evitar por miedo a recibir las represalias de su padre. Sólo Cedric, cuando el mayor no lo veía, atendía a su dolorida hermana y le vendaba las heridas con mimo.

Sólo cuando por fin ella cumplió la mayoría de edad a los ojos de la ley, los dieciocho años, reunió el valor necesario para sacarla de la casa y llevársela consigo a un país extranjero, lo más lejos posible de aquel lugar que tanto dolor les había causado. Azhiara se vio arrastrada de forma voluntaria hasta la ciudad finesa de Savonlinna, donde encontraron un lugar… una especie de balneario, donde ofrecían cobijo y ayuda a cualquier ser, de cualquier especie o nacionalidad. Comenzaron siendo meros huéspedes, cobijados entre esas cuatro paredes que, al menos, les daban cierta sensación de seguridad. Ambos sabían que su padre los encontraría, que no pararía hasta hallarlos y hacerlos pagar por haberle desobedecido y haberle causado una vergüenza que, sin duda, para él sería enorme. Pero pasó un año… y al ver que nada sucedía decidieron dar un paso más y entrar a trabajar en el Balneario de Kaatosade, aquel sitio que les había servido de refugio y que, de pronto, comenzó a ser su medio de vida. Azhiara aprendió a moverse sobre la barra y el podio de tal modo que pudo entrar como bailarina del pub del edificio, un lugar donde los más exquisitos huéspedes pasaban sus noches acompañados por bellas féminas y galantes caballeros. Pese a que Cedric no veía con buenos ojos su nuevo oficio, los dos sabían que dada su escasa formación y sus conocimientos más bien nulos… no podía aspirar a mucho más.

Ahora conviven en armonía con otras razas, deseando con todas sus fuerzas que esa tranquilidad relativa que los rodea… no se vea rota por la aparición de cierto miembro de su familia que tiene, obviamente, ganas de terminar con ellos y con su insubordinación.


► Familiares:
-Kenneth Grahamm, su padre. No tiene relación alguna con él desde que ella y su hermano huyeron de casa.
-Alessia Grahamm, su madre. Débil ante las órdenes de su esposo no pudo hacer nada para retener y cuidar a sus hijos.
-Cedric Grahamm, su hermano. Ese fiel protector al que le debe incluso su propia vida y al que adora con locura.

Otros Datos

► Pertenencias: Una figurita de madera tallada que representa un lobo y que le regaló su hermano el primer cumpleaños que celebró fuera del hogar familiar. También lleva consigo siempre un diario ajado que escribe día a día desde que era una niña.
► Datos extra: En su espalda todavía puede verse una profunda cicatriz, producto de uno de los ataques de furia de su progenitor.

Creado por Frozen •